Esta biblioteca digital alberga el libro sobre Oncología y Oncocirugía Ortopédica.

Incluye clases académicas, conferencias impartidas en congresos nacionales e internacionales, trabajos publicados, discusiones de casos, procedimientos quirúrgicos realizados y técnicas propias desarrolladas.

Se eligió el formato digital porque la web permite la inclusión de textos con numerosos recursos visuales, como imágenes y videos, que no serían posibles en un libro impreso.

El contenido está destinado a estudiantes, profesionales de la salud y al público en general interesado en el área.

Referencias bibliográficas

Fibroma Condromixóide

Fibroma condromixoide

Fibroma condromixoide

Características, Diagnóstico y Tratamiento

El fibroma condromixoide es una lesión ósea que requiere atención por su agresividad local y peculiaridades histológicas. Esta afección tiene una serie de características distintas que son importantes para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

El fibroma condromixoide se caracteriza por una zona de rarefacción ósea, generalmente situada de forma excéntrica en las metáfisis de los huesos largos. Una de sus características llamativas es la presencia de un halo interno de esclerosis ósea, que delimita la lesión del hueso normal. Además, es frecuente observar erosión del hueso cortical, lo que contribuye a la agresividad local de la lesión.

Desde el punto de vista histológico, el fibroma condromixoide presenta pleomorfismo celular, con áreas de condroide, tejido fibroso y abundante material mixoide. A menudo también se pueden observar células gigantes multinucleadas, lo que añade complejidad al diagnóstico. Cabe mencionar que esta lesión puede ocurrir asociada a quistes óseos aneurismáticos, lo que puede influir en las opciones de tratamiento y el pronóstico.

En términos de incidencia, el fibroma condromixoide tiende a presentarse con mayor frecuencia en la metáfisis proximal de la tibia, afectando principalmente a adolescentes y adultos jóvenes. Esta distribución específica puede ser útil en el diagnóstico diferencial con otras lesiones óseas.

El tratamiento del fibroma condromixoide es principalmente quirúrgico. Generalmente se realiza resección parietal parcial de la lesión, acompañada de adyuvantes locales, como fenol, electrotermia o nitrógeno líquido, e injerto óseo, cuando esté indicado, además de rellenar la cavidad con cemento ortopédico o sustitutos óseos. En casos más avanzados, puede ser necesaria la resección segmentaria. El legrado también se puede utilizar en las regiones articulares, pero debe realizarse con cuidado para evitar recurrencias.

En resumen, el fibroma condromixoide es una lesión ósea poco común, pero que requiere atención debido a su agresividad local y potencial de recurrencia. El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado son fundamentales para asegurar una buena evolución clínica y prevenir complicaciones a largo plazo.

Autor: Profr. Dr. Pedro Péricles Ribeiro Baptista

 Oncocirugía Ortopédica en el Instituto Oncológico Dr. Arnaldo Vieira de Carvalho

Diagnóstico de Tumores Ósseos

Diagnóstico de tumores óseos

Diagnóstico de tumores óseos

Guía de evaluación y procedimientos.

Introducción:

Cuando se sospecha una neoplasia ósea, es fundamental realizar un análisis exhaustivo, mediante un abordaje multidisciplinario que incluya evaluación clínica, pruebas de laboratorio, métodos de imagen y examen anatomopatológico. Este proceso es fundamental para un diagnóstico certero, que guiará el abordaje terapéutico adecuado para cada caso.

Parámetros de análisis:

Se deben considerar varios aspectos durante el análisis de la lesión ósea, incluyendo la identificación del hueso comprometido, el número de lesiones, la ubicación específica en el hueso y los límites de la lesión. Además, características como la naturaleza de la lesión (osteolítica u osteogénica), la presencia de calcificaciones y el tipo de reacción perióstica son fundamentales para el diagnóstico diferencial.

Métodos de diagnóstico:

Existen diferentes métodos de estudio para el examen patológico, entre ellos la citología, la biopsia por punción, la biopsia incisional y la biopsia por sección congelada, la biopsia guiada por ultrasonido o la tomografía. Cada método tiene sus indicaciones específicas y es importante seleccionar el más adecuado para cada caso, teniendo en cuenta la localización y naturaleza de la lesión.

Estudio microscópico:

Los fragmentos obtenidos mediante biopsia deben analizarse microscópicamente, utilizando tinciones especiales y técnicas inmunohistoquímicas, cuando sea necesario. Estos análisis permiten la identificación precisa del tipo de neoplasia y su origen, orientando el tratamiento adecuado.

Piezas quirúrgicas:

El análisis de las muestras quirúrgicas es esencial para evaluar la extensión de la neoplasia, la respuesta al tratamiento preoperatorio y la necesidad de márgenes quirúrgicos adecuados. Procedimientos como calificar la respuesta a la quimioterapia son fundamentales para determinar el pronóstico y el plan terapéutico posterior.

En resumen, el diagnóstico de tumores óseos requiere un enfoque integral que incluya una evaluación cuidadosa de los datos clínicos, métodos de imagen y análisis patológico. Sólo a través de un análisis detallado e integrado es posible obtener un diagnóstico certero y orientar el tratamiento adecuado para cada paciente.

Autor: Profr. Dr. Pedro Péricles Ribeiro Baptista

 Oncocirugía Ortopédica en el Instituto Oncológico Dr. Arnaldo Vieira de Carvalho

Condroma

Condroma

Condroma

El condroma es un tumor benigno que se desarrolla a partir de células cartilaginosas, siendo los huesos cortos de las manos y los pies sus principales lugares de aparición. Generalmente puede presentarse como una lesión solitaria o, en algunos casos, afectar a múltiples huesos, caracterizándose lo que se conoce como encondromatosis.

La encondromatosis unilateral, a su vez, es una forma de discondroplasia que se denomina enfermedad de Ollier. El síndrome de Maffucci se caracteriza por la presencia de múltiples encondromas asociados a hemangiomas.

Aunque el condroma tiene predilección por los huesos cortos, ocasionalmente se puede encontrar en huesos largos, como el fémur distal, el húmero proximal y la tibia. En estas localizaciones es importante hacer un diagnóstico diferencial con otras patologías, como el infarto óseo, que generalmente es asintomático y puede identificarse mediante hallazgos radiológicos, y el condrosarcoma central grado I, que es sintomático, evoluciona lentamente en el tiempo y provoca lesiones corticales. erosión dentro del hueso, haciéndose cada vez más grande. 

Diferenciar histológicamente entre condroma y condrosarcoma grado I puede ser un desafío, y es preferible un enfoque de observación clínica y radiográfica para determinar el manejo adecuado, ya que el condrosarcoma grado I es de evolución lenta, lo que permite la observación en períodos cortos de tiempo, de tres a seis meses, realizar exámenes de imagen. Si se producen cambios, con empeoramiento de las imágenes, la lesión debe considerarse como condrosarcoma grado I y tratarse como tal. El diagnóstico histológico de esta neoplasia es controvertido. 

Radiográficamente, el condroma se caracteriza por una lesión rara, ocasionalmente con focos de calcificación, que puede provocar deformidades óseas.

El tratamiento del condroma asintomático, descubierto por casualidad, sólo puede ser la observación, ya que generalmente no evoluciona y se comporta como una cicatriz, siendo sólo un hallazgo de la exploración. El legrado de un “condroma”, que en realidad era un condrosarcoma de grado I, puede provocar la diseminación del tumor, dificultando la correcta realización de una cirugía de resección con margen oncológico.

Cuando el condroma afecta la superficie externa de los huesos se denomina condroma yuxtacortical y suele requerir tratamiento quirúrgico mediante resección parietal parcial.

El condroma es un tumor cartilaginoso benigno, generalmente inofensivo, pero requiere seguimiento y, en algunos casos, si progresa, con aumento de la lesión, es necesaria la intervención quirúrgica, con resección del tumor con margen oncológico, para garantizar el mejor resultado para el paciente, evitando recurrencias.

Se debe realizar un seguimiento clínico del paciente asintomático con imágenes a los 3 meses, 6 meses y posteriormente cada año para un diagnóstico precoz y tratamiento adecuado a tiempo de un posible condrosarcoma grado I, permitiendo tratar de forma adecuada y en buen estado esta lesión. tiempo. 

Autor: Profr. Dr. Pedro Péricles Ribeiro Baptista

 Oncocirugía Ortopédica en el Instituto Oncológico Dr. Arnaldo Vieira de Carvalho

Condroblastoma

Condroblastoma

Condroblastoma

El condroblastoma es una neoplasia benigna rara que representa aproximadamente el 1,8% de todos los tumores óseos. Este tipo de tumor prefiere las epífisis de los huesos largos y generalmente se manifiesta como una lesión de rarefacción ósea, con focos de calcificación. Es más común en pacientes masculinos y ocurre típicamente durante la primera y segunda décadas de la vida, cuando la placa de crecimiento aún está abierta.

Descrito por primera vez por Codman en 1931, el condroblastoma se asoció inicialmente con el “tumor de células gigantes calcificado” del húmero proximal. Sin embargo, estudios posteriores demostraron que se trataba de una entidad tumoral distinta del tumor gigantocelular (TCG).

Debido a su localización intraarticular, el condroblastoma puede presentar síntomas similares a la artritis. Además, puede demostrar agresividad local, provocando erosión del hueso cortical, placa de crecimiento e invasión de las articulaciones. A menudo, las áreas de quistes óseos aneurismáticos pueden estar asociadas con manifestaciones radiográficas de agresividad local.

El tratamiento del condroblastoma generalmente implica legrado intralesional seguido de adyuvantes locales, como fenol, electrotermia o nitrógeno líquido, además de la colocación de un injerto óseo autólogo o cemento de polimetacrilato de metilo. En casos más avanzados, puede ser necesaria la resección segmentaria seguida de reconstrucción con prótesis o artrodesis en casos recurrentes o muy avanzados.

El pronóstico del condroblastoma puede ser malo debido al riesgo de recurrencia local y posibles complicaciones ortopédicas, incluida la degeneración de las articulaciones y el retraso del crecimiento.

Aunque raramente, el condroblastoma puede dar lugar a metástasis pulmonares con una histología similar a la de un tumor benigno, sin presentar atipia. El tratamiento para estas metástasis puede ser la monitorización clínica y por imágenes y, si la observación indica progreso, puede ser necesaria la escisión quirúrgica.

En resumen, el condroblastoma es una neoplasia ósea benigna que, aunque rara, requiere atención cuidadosa debido a su potencial de agresividad local y posibles complicaciones a largo plazo. El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado son esenciales para garantizar el mejor pronóstico posible para los pacientes afectados.

ver el caso de Condroblastoma de Fémur . 

Autor: Profr. Dr. Pedro Péricles Ribeiro Baptista

 Oncocirugía Ortopédica en el Instituto Oncológico Dr. Arnaldo Vieira de Carvalho

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