Esta biblioteca digital alberga el libro sobre Oncología y Oncocirugía Ortopédica.

Incluye clases académicas, conferencias impartidas en congresos nacionales e internacionales, trabajos publicados, discusiones de casos, procedimientos quirúrgicos realizados y técnicas propias desarrolladas.

Se eligió el formato digital porque la web permite la inclusión de textos con numerosos recursos visuales, como imágenes y videos, que no serían posibles en un libro impreso.

El contenido está destinado a estudiantes, profesionales de la salud y al público en general interesado en el área.

Epífisis

Tumor de Células Gigantes

Tumor de células gigantes

Tumor de células gigantes

Características, Diagnóstico y Tratamiento

El tumor de células gigantes, también conocido como TGC, es una neoplasia mesenquimatosa que se caracteriza por la proliferación de grandes células multinucleadas, llamadas gigantocitos. Estas células se parecen a los osteoclastos y se encuentran dentro de un estroma de células mononucleadas. Debido a su peculiar morfología histológica, el diagnóstico preciso suele requerir un análisis exhaustivo del cuadro clínico y radiográfico para evitar confusiones con otros procesos patológicos.

La principal manifestación de un tumor de células gigantes es el dolor local intermitente, a menudo acompañado de un aumento de volumen en la región afectada y restricción de los movimientos de las articulaciones adyacentes. El período de evolución varía de 6 a 12 meses, dependiendo del hueso afectado, siendo común el reporte de traumatismo como desencadenante inicial de los síntomas.

Este tipo de tumor suele afectar a un solo hueso, principalmente huesos largos como el fémur, la tibia, el húmero y el radio. Sin embargo, en casos más raros, puede ocurrir en huesos del esqueleto axial, con predilección por el sacro. La incidencia es más común entre la tercera y cuarta décadas de la vida, afectando a ambos sexos por igual.

Radiográficamente, el TGC se presenta como una lesión epifisaria caracterizada por rarefacción ósea, inicialmente excéntrica y posteriormente comprometiendo la corteza. La confirmación diagnóstica se obtiene mediante análisis histológico, que revela la presencia de células gigantes multinucleadas y estroma de células fusiformes.

El tratamiento de los tumores de células gigantes está bien establecido y apunta a la resección segmentaria de la lesión, siempre que sea posible, garantizando márgenes de seguridad tanto para el hueso como para los tejidos blandos. En los casos en los que la resección segmentaria no es factible, como en la columna cervical, está indicado el legrado endocavitario seguido de terapia adyuvante. Entre las opciones terapéuticas adyuvantes se encuentran el láser de CO2, el fenol diluido en alcohol al 4%, el nitrógeno líquido y la electrotermia.

La técnica electrotérmica ha demostrado ser eficaz para complementar el curetaje, proporcionando una limpieza más completa de la cavidad tumoral. Después de la electrotermia, se realiza el fresado de la cavidad utilizando instrumentos adecuados, como el taladro lento, para garantizar la eliminación completa de las células tumorales restantes.

El relleno de la cavidad tratada se puede realizar con diferentes materiales, como injerto óseo autólogo, sustitutos óseos o metilmetacrilato, cada uno con sus ventajas e inconvenientes. El seguimiento postratamiento es fundamental para controlar la recurrencia de la enfermedad y garantizar la eficacia del tratamiento realizado.

En resumen, el tumor de células gigantes es una patología compleja que requiere un abordaje multidisciplinar para garantizar el mejor resultado terapéutico y la calidad de vida del paciente. Los avances en las técnicas de diagnóstico y tratamiento han contribuido significativamente a mejorar el pronóstico de estos pacientes, ofreciendo opciones terapéuticas cada vez más efectivas y seguras.

Autor: Profr. Dr. Pedro Péricles Ribeiro Baptista

 Oncocirugía Ortopédica en el Instituto Oncológico Dr. Arnaldo Vieira de Carvalho

Condroblastoma

Condroblastoma

Condroblastoma

El condroblastoma es una neoplasia benigna rara que representa aproximadamente el 1,8% de todos los tumores óseos. Este tipo de tumor prefiere las epífisis de los huesos largos y generalmente se manifiesta como una lesión de rarefacción ósea, con focos de calcificación. Es más común en pacientes masculinos y ocurre típicamente durante la primera y segunda décadas de la vida, cuando la placa de crecimiento aún está abierta.

Descrito por primera vez por Codman en 1931, el condroblastoma se asoció inicialmente con el “tumor de células gigantes calcificado” del húmero proximal. Sin embargo, estudios posteriores demostraron que se trataba de una entidad tumoral distinta del tumor gigantocelular (TCG).

Debido a su localización intraarticular, el condroblastoma puede presentar síntomas similares a la artritis. Además, puede demostrar agresividad local, provocando erosión del hueso cortical, placa de crecimiento e invasión de las articulaciones. A menudo, las áreas de quistes óseos aneurismáticos pueden estar asociadas con manifestaciones radiográficas de agresividad local.

El tratamiento del condroblastoma generalmente implica legrado intralesional seguido de adyuvantes locales, como fenol, electrotermia o nitrógeno líquido, además de la colocación de un injerto óseo autólogo o cemento de polimetacrilato de metilo. En casos más avanzados, puede ser necesaria la resección segmentaria seguida de reconstrucción con prótesis o artrodesis en casos recurrentes o muy avanzados.

El pronóstico del condroblastoma puede ser malo debido al riesgo de recurrencia local y posibles complicaciones ortopédicas, incluida la degeneración de las articulaciones y el retraso del crecimiento.

Aunque raramente, el condroblastoma puede dar lugar a metástasis pulmonares con una histología similar a la de un tumor benigno, sin presentar atipia. El tratamiento para estas metástasis puede ser la monitorización clínica y por imágenes y, si la observación indica progreso, puede ser necesaria la escisión quirúrgica.

En resumen, el condroblastoma es una neoplasia ósea benigna que, aunque rara, requiere atención cuidadosa debido a su potencial de agresividad local y posibles complicaciones a largo plazo. El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado son esenciales para garantizar el mejor pronóstico posible para los pacientes afectados.

ver el caso de Condroblastoma de Fémur . 

Autor: Profr. Dr. Pedro Péricles Ribeiro Baptista

 Oncocirugía Ortopédica en el Instituto Oncológico Dr. Arnaldo Vieira de Carvalho

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