Solo me queda agradecer a Dios y al Dr. Fabiano por toda la atención y cariño que le ha brindado a mi madre desde la primera consulta, durante la cirugía y ahora que se encuentra en proceso de recuperación quirúrgica. Gracias no sólo por su competencia como médico sino también por ser una persona atenta y amable, un profesional que aporta seguridad al éxito del tratamiento.
¡Dios los bendiga siempre!